TOSHITSUGU TAKAMATSU
Takamatsu Sensei nació el 22 de marzo de 1888 (Meiji 22) en Akashi, prefectura de Hyogo. Cuando era un niño, era muy tímido y los niños siempre se burlaban de él y lo llamaban Jutaro, que significa “niño llorón”. Debido al carácter débil de Takamatsu, su padre decidió llevarlo con su tío abuelo Shinryuken Masamitsu Toda, para que lo entrenase en las artes marciales. Takamatsu Sensei comenzó su entrenamiento en el Toda Dojo a la edad de 9 años, yendo todos los días después del colegio.

Hatsumi aprendiendo con Takamatsu.
Los entrenamientos eran muy duros. Su propio tío abuelo se encargaba de tirarlo de un lado para el otro, incluso de hacerlo sangrar, y fue así como comenzó a aprender sus primeras técnicas. Cuando Takamatsu Sensei tenía 13 años ya había logrado dominar la maestría de la escuela Shinden Fudo Ryu, continuando después con el estudio de otros Ryûha diferentes. Luego comenzó su entrenamiento en Koto Ryû Koppojutsu y Togakure Ryû Ninjutsu. Más tarde comenzó a entrenar Takagi Yoshin Ryû, con Mizuta Yoshitaro Tadafusa; el 15º Sôke. Entrenando día y noche le fue fácil obtener el nivel de expertos; y le fueron otorgados los principales secretos del Ryûha a la edad de 15 años.
A los 17 años Takamatsu Sensei conoció al maestro Ishitani Matsutaro Takekage, empleado por su padre como hombre de seguridad en su fábrica de fósforos. Ishitani era ya anciano y usaba su Boken como bastón. Usando un pequeño almacén de la fábrica como dojo, Ishitani enseño a Takamatsu y a Iwami Sakunosuke Nangaku, junto con otros, los secretos del Kuki Happo Hiken Hon Tai Takagi Yoshin Ryu y Gikan Ryu, durante dos años hasta que falleció en el regazo de Takamatsu.
A los 21 años de edad, decidió internarse en el monte Maya de Kobe; y cerca de su casa en un lugar del monte que se llamaba Kame no Taki (cascada de la tortuga). Vivió aproximadamente 2 años alimentándose de arroz crudo. Durante este tiempo fue muy disciplinado en las prácticas de karate y ninjutsu. Dándose cuenta que no podía hacer nada que valiera la pena sin dinero; decidió viajar a China.

Takamatsu realizando un mudra.
Durante ese tiempo Takamatsu Sensei ganó mucho dinero con las técnicas de ninjutsu en China, ya que tenía muchos alumnos; llegándose a ser el 1º presidente de la Nippon Minkoku Seisen Butoku Kai. Fue en este país donde tuvo su famoso enfrentamiento con el militar chino Zhang Zi Liang; el cual era un experto en Kung Fu Shaolin.
El mediador del combate fue el señor Lian, tío del emperador. Cuando el combate dio comienzo, Zhang Zi Liang, salto sobre Takamatsu con un feroz ataque, pero este ya no estaba allí, al tiempo ataco con los puños y garras como un feroz tigre, pero Takamatsu Sensei esquivaba cada ataque con saltos de casi 4 mts de distancia; utilizando la técnico de Hicho Jutsu (saltos). Después de una hora aproximadamente, Zhang Zi Liang, con su pesado cuerpo, llego a estar empapado en sudor; y sus movimientos comenzaron a ser más lentos, mientras que Takamatsu Sensei, gracias a su entrenamiento estaba en óptimas condiciones.
Zhang Zi Liang, contaba con 37 años de edad, y pesaba alrededor de 111 kg midiendo 1.90 de altura. Éste, al tener conocimiento de Takamatsu y de sus victorias en competencias de artes marciales, decidió ir a retarlo a un duelo. En ese entonces Takamatsu tenía 26 años y pesaba 75 kg aprox., a Takamatsu Sensei le disgustaba la idea de pelear con esa persona, rechazándolo dos veces. Una noche tuvo un sueño, en el que un ogro intentaba golpear a una mariposa con una porra de hierro, y la mariposa rechazaba los golpes volando alrededor velozmente; sin dificultad, hasta dejar exhausto al ogro. Viendo esto en el sueño, Takamatsu supo que le fue dada le respuesta. ¡Eso es!, se dijo a sí mismo y decidió aceptar el combate.
El Sr. Liang, al ver el estado del contrincante, y al ver que el tiempo de la pelea había concluido, decidió dar por finalizado el combate, declarándolo «un empate». Zhang Zi Liang, quedando impresionado con la capacidad de Takamatsu, selló un pacto de amistad diciéndole que, si algún día lo necesitaba, no importa que tan lejos estuviera; el iría en su ayuda. Fue Zhang Zi Liang, quien lo llamó «Moko No Tora» (el tigre de Mongolia). Otros incidentes le ocurrieron también en China, con los cuales tuvo que usar el Ninjutsu para sobrevivir.

Akimoto, Takamatsu y Hatsumi.
Después de haber estado casi 10 años en China, y haber juntado suficiente dinero con el ninjutsu; más o menos 200.000 Yens (alrededor de $ 1333 en valor de hace 85 años), regresó a Japón. En su regreso sintió el deseo ferviente de visitar la tumba de su antigua novia Kogane, y también visitar a su abuela. Contaba con 33 años. Cuando ella vio su rostro, lloro de alegría. Takamatsu dejo entrever que deseaba quedarse para recuperarse de su enfermedad (beriberi).
Ella le abrió su casa y le dijo que descansase sin preocuparse por nada que no sea recuperarse. Después de que Takamatsu Sensei estuvo durante un mes, llegó un mensaje de su padre. El mensaje decía que si ella insistía en cuidar al joven Jutaro (apodo de juventud de Takamatsu), el padre dejaría de enviarle su mensualidad. A lo cual replico, «¿quién cuidara de mi nieto en su enfermedad, si yo no lo hago? Su padre me dice que no puedo cuidarlo, que dejará de enviarme la mensualidad, déjelo. Yo cuidare de mi nieto, aunque tenga que trabajar a mi avanzada edad para hacerlo. Por favor relátele lo que dije a mi hijo.».
Su abuela sabía que él no sólo estaba enfermo de beriberi, sino que también tenía dañados los pulmones. Por lo que ella dijo, con lágrimas cayendo por sus mejillas, «Jutaro, no importa lo que tu padre diga, curare tu enfermedad, sin importar lo que tenga que hacer. Quédate aquí y descansa». A pesar de esto, pensó que cuanto más pronto se fuera, menos problemas causaría a su abuela. Esperó a que ella saliera de la casa, y entonces partió sin nada más que lo que llevaba puesto. Decidió que su destino seria la montaña Mayasan. Fue hacia allí arrastrándose. Era a principios del verano, Jutaro miraba al cielo mientras subía por el sendero de la montaña. A veces sus ojos se llenaban de lágrimas al hacer el gran esfuerzo de dar cada paso. «¡Kogane murió, yo también moriré!; prefiero hacerlo en soledad».
Se arrastró hasta llegar a Kame No Taki (cascada de la tortuga). Allí sintió que recuperaba algo de sus fuerzas. Con el llevaba 3 sacos de arroz integral para comer. Se asentó en la orilla de la cascada en una cabaña que no tenía tablas en el suelo. Usaba hojas de hierba seca como manta. Como no tenía fósforos, tenía que comer el arroz lavándolo en la cascada, secándolo al sol, y triturándolo. Perseguía con desesperación las nueces que traía la corriente para comérselas. Sus debilitadas piernas estaban sangradas.
Un día, un anciano vio a Jutaro bañándose bajo la cascada. Se le acercó para hablarle: «Pareces estar practicando ascetismo, pero ¿para qué oras? a lo que Jutaro respondió «Quiero curar mi enfermedad». Los ojos del anciano emitían una cálida luz. «Eso no debería ser una tarea tan difícil. Tienes beriberi, y tienes la lombriz solitaria en tu estómago. Yo puedo curarte. Liberémonos primero de las lombrices». Con sus manos realizó un mudra, y con un kiai, clavó sus manos en el estómago de Takamatsu, al mismo tiempo que recitaba un mantra. Luego trepó a una roca y se alejó, parecía que sus pies no tocaban el suelo. Al tercer día que se fuera el anciano, Jutaro sintió un terrible dolor de panza; por lo que corrió detrás de la cabaña para aliviarse, y encontró dos lombrices solitarias.

Takamatsu enseñando a un joven Hatsumi.
Después de esto, Jutaro comenzó a sentirse atraído por el anciano. Luego de un tiempo, el anciano volvió a aparecer. «¿Cómo te encuentras?, le preguntó. ¡Creo que te has liberado de las lombrices!». Después de haberlo curado por completo, el místico anciano decidió trasmitir sus enseñanzas al joven Jutaro. Enseñándole las técnicas para predecir cuanto viviría una persona, para ver en la oscuridad, y como darles libertad a los animales. Al anciano le había tomado toda su vida adquirir esas habilidades. También le trasmitió la percepción de los cambios de la naturaleza, y como predecir las calamidades antes de que ocurran.
Al cabo de un tiempo de práctica, comenzó a ver la luz y pensó: «He estado entrenando, creyendo que las artes marciales proveen una técnica para vencer al enemigo, mientras que el ninpo era el arte del furtivismo. Pero cuando pienso acerca de la dirección correcta de obtener la iluminación, todo se simplifica a estudiar las leyes de la naturaleza». Continuó su entrenamiento por 3 meses más. Al cabo de 90 días, Jutaro le dijo adiós al gran sapo, a la gran víbora, al salto de la montaña, a las rocas y a los árboles de los que se había hecho amigo en su estadía de la montaña. Luego descendió.
Con el tiempo, Takamatsu Sensei, construyó un hostal, un hotel y un restaurante en Kashiwarashi; sin que nadie supiera que era un maestro de Bujutsu. Nueve tradiciones de artes de combate que habían sido utilizadas para luchar en la escena de la historia reciente de Japón, iban a desaparecer sin nadie darse cuenta. Estas artes marciales pasaron de Takamatsu Sensei a Hatsumi Sensei.
Takamatsu Sensei recibió de Shinriuken Masamitsu Toda los siguientes Ryûha: Shinden Fudo Ryû, Koto Ryû, Togakure Ryû, Kumogakure Ryû, Gyokushin Ryû, Gyokko Ryû y Gikan Ryû. De Ishitani Matsutaro Takekage recibió: Gikan Ryû, Kukishin Ryû, y Hon Tai Takagi Yoshin Ryû. De Mizuta Yoshitaro Tadafusa recibió: Takagi Yoshin Ryû. Takamatsu Sensei tuvo otros alumnos tales como: Sato Kinbei, Kimura Masashi, y Akimoto Fumio, entre otros
Takamatsu Sensei decidió trasmitir los Ryûha a Masaaki Hatsumi Sensei en el año 1968; desde ese entonces ya no recibió más alumnos, sino que todos pasaban a Hatsumi Sensei. Retirándose de esta manera, Takamatsu Sensei, para llevar a cabo una vida religiosa.
El 2 de abril de 1972, muere el invencible tigre de Mongolia a los 84 años de edad, un gran maestro con la realización completa. Como Takamatsu Sensei no tenía hijos, el encargado de realizar el ritual funerario en el que se coloca agua en la boca del fallecido, fue Hatsumi Sensei; que fue el único de los discípulos que atendió el funeral. Los restos del maestro descansan en el cementerio de Nara.